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RETENCIÓN DE LÍQUIDOS, REMEDIOS

RETENCIÓN DE LÍQUIDOS, REMEDIOS

Un aumento de peso inexplicable, piernas o manos hinchadas, debilidad, calambres..., todo puede ser consecuencia de una retención de líquidos. Si bien en principio es un problema que no entraña mayor peligro, sí que puede ser síntoma de algún padecimiento como hipertensión o algunas cardiopatías.


¿Quién en algún momento de su vida no ha sufrido retención de líquidos? Es un problema de salud que atañe a gran número de personas, especialmente a las mujeres. Y para tratarlo eficazmente es necesario descubrir qué causas lo motivan.

Cuando el nivel está por encima del 75%

La retención de líquidos se produce cuando hay una imposibilidad de eliminar cualquier humor del organismo (agua y líquidos de cualquier clase) y se superan los niveles del 75%.
Nuestro organismo, a través de un complejo sistema de hormonas, está constantemente ajustando los niveles de líquidos para que se mantengan de forma constante, por eso si se bebe más agua de la cuenta no sucede nada, ya que es eliminada por los riñones en forma de orina o a través de las glándulas sudoríparas. El problema se produce cuando, por algún motivo, el cuerpo es incapaz de eliminar todo el líquido necesario para mantener este equilibrio, por lo que se produce la retención.
Sus principales síntomas son calambres, debilidad, palpitaciones, hinchazón y malestar general. Desde un punto de vista estético, puede provocar celulitis y un aumento de volumen considerable. En muchos casos, se llega a confundir incluso con sobrepeso, por eso las personas que lo sufren se someten a dietas de adelgazamiento erróneas, agravando el problema.

Cuestión de hormonas... y algo más

Muchos son los factores que pueden provocar la retención de líquidos:
Una mala alimentación con exceso de sal y de alcohol, y falta de proteínas y nutrientes.
Una vida muy sedentaria.
Fluctuaciones hormonales (embarazo, menopausia).
Trastornos hepáticos, cardiacos o renales, que hacen desequilibrar la balanza y provocan que los tejidos acumulen fluidos.
Uso de ciertos medicamentos...
Todos estos factores contribuyen a esa pesadez y malestar general provocado por este problema.

Durante el embarazo

Es muy común en el periodo de gestación retener más líquidos de los que necesita el organismo. Al menos el 50% de las mujeres lo padecen en algún momento, sobre todo durante el tercer trimestre. Todo este desarreglo es culpa de los drásticos cambios hormonales que se desarrollan durante el embarazo y se suele manifestar con una ligera hinchazón de tobillos y pies. En medicina, este problema recibe el nombre de ‘edema’ y no es muy preocupante, aunque es aconsejable comentarlo con el ginecólogo.
Pero si la hinchazón es excesivamente exagerada y se amplía a la zona de las manos y la cara, hay que acudir al medico sin demora. Podría tratarse de una afección más grave como la preeclampsia, caracterizada, además de por la presencia de edema, por contener proteínas en la orina y alta presión sanguínea.
Los edemas leves se corrigen con medidas sencillas, pero en cualquier caso no se debe tomar ningún medicamento sin consultar con el especialista.

Cuándo acudir al médico

Aunque la retención de líquidos no suele ser un problema muy molesto, sí es necesario acudir al médico, especialmente si persiste a lo largo del tiempo sin obedecer a cambios hormonales (como durante la menstruación o el embarazo), si se aumenta repentinamente de peso de forma importante o si al ejercer presión sobre la piel en la zona hinchada queda marca durante demasiado tiempo.
Éstos suelen ser síntomas que delatan problemas mayores, como hipertensión, algunas cardiopatías o hipertrofia renal.

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