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LA ELEGANCIA: UNA ACTITUD ANTE LA VIDA

LA ELEGANCIA: UNA ACTITUD ANTE LA VIDA

Hay una frase de cajón que dice: "la elegancia nace, no se hace", la verdad es que existen ciertas actitudes para llegar a ser una persona elegante. 

Como primer paso debemos entender que la moda no le queda bien a todas las personas, su función real es dar una apariencia determinada y recuerda que nos ven como nos sentimos, por esto, un principio fundamental para ser elegante esta en saber reconocer que no siempre podemos usar lo que esta de moda y en vestirnos de acuerdo con la ocasión.

Ser elegante, no es cuestión de belleza física o de dinero, ser elegante es una actitud ante la vida. Sencillez, naturalidad, discreción son unos buenos referentes de elegancia, estas cualidades no sólo son aplicables a la forma de vestir, sino también a la forma de hablar, de escuchar, de comer, de caminar, de gesticular, e incluso de sentarse. Todo esto se resume en un conjunto que marca la personalidad.

COMO SER ELEGANTE...

 SABER ELEGIR: Constantemente estamos eligiendo entre varias opciones. En cuanto a la moda, hay que escoger lo que nos sienta bien entre aquello que está de moda, o bien elegir alguna cosa que, aunque no esté de moda, se pueda adaptar a nuestro vestuario o combinar con una prenda que sí esté de actualidad.

En nuestra elección tenemos que conocer perfectamente qué colores nos sientan bien para que la prenda que compremos resulte atractiva. Y, finalmente, debemos saber qué es adecuado para cada momento.

 TENER CRITERIO: Es necesario saber juzgar y dar prioridad a unas cosas frente a otras, con arreglo a nuestras propias normas. En función de eso también se transmite la seguridad necesaria para llegar a ser elegantes.

Una persona elegante da seguridad a los demás al ser discreta, al ir bien vestida y al llevar la ropa limpia. Es importante tener criterio porque la ropa da mucha información sobre nosotras mismas, a través de ella los demás saben si queremos llamar la atención o no, si somos ricas o pobres, si somos modernas o clásicas, sencillas u ostentosas... Para adquirir criterio es esencial una buena educación.

REFLEXIONAR: Se trata de no dejarse llevar por los primeros impulsos, ser paciente y sobre todo, reflexionar. La base de todo ello es no dejarse llevar por las ideas de los modistos sin sopesarlas, hay que tener en cuenta que muchas veces los diseñadores sólo están experimentando o demostrando su creatividad. (Fuente: Todamiboda.com)

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